




YANG YIN
ORIGEN
Yang Yin es una práctica que fusiona lo mejor de dos mundos: el dinamismo del yoga Yang y la introspección del yoga Yin. Esta modalidad se nutre de la sabiduría del Yin Yoga, con sus raíces en la Medicina Tradicional China (MTC) y el Yoga Yang, que se enfoca en la fortaleza y la energía activa. Esta fusión ofrece un equilibrio entre el movimiento vigoroso y la quietud profunda. Yan Ying nace de la necesidad de balancear la energía activa y pasiva en nuestra vida, integrando lo mejor de ambos enfoques para lograr una práctica completa.
PROFESORA | Blanca
COMO ES LA PRÁCTICA
Yang Yin
Yang Yin explora el delicado equilibrio entre la fuerza y la suavidad. La práctica comienza con una fase de Yang, donde se realizan posturas dinámicas y fluidas que activan los músculos, aumentan el flujo sanguíneo y preparan el cuerpo para la siguiente fase. Estas secuencias Yang incluyen movimientos sincronizados con la respiración que generan calor interno y fortalecen el cuerpo.
A medida que la práctica avanza, la transición hacia la fase Yin es gradual, permitiendo al cuerpo y la mente bajar la velocidad y adentrarse en la quietud. Aquí, las posturas son mantenidas por períodos más largos, entre uno y cinco minutos, centrándose en estirar y relajar los tejidos conectivos. Es un momento para explorar la respiración profunda y conectar con las sensaciones internas, permitiendo que la fuerza de la gravedad y la relajación natural guíen el estiramiento.
En Yang Yin, el uso de elementos como bloques, mantas y bolsters es común para apoyar el cuerpo y facilitar una mayor apertura y comodidad en las posturas. Esta práctica no solo trabaja el cuerpo a nivel físico, sino que también desafía la mente a mantener la calma y la concentración durante las fases más pasivas, creando un espacio para la introspección y la meditación.